HABLANDO DE FAMILIAS
Hace una semana, alguien me comentaba que no quería que sus hijas se enterasen de que su abuelo era alcohólico. Prefería mantener ignorantes de tal situación a las niñas, para que tuviesen una imagen ideal e impoluta del anciano. A lo que yo respondí: Claro, claro... Lo que esta persona ignora es que los secretos familiares, no quedan enterrados como si nada; siempre hay algún componente del árbol genealógico que lo saca en forma de síntoma, más pronto o más tarde. ¿Por qué sucede así? Por amor y fidelidad a la familia. Si algún miembro o suceso familiar queda excluido u ocultado, siempre habrá quien lo saque a la luz o lo resucite para integrarlo. Está también el caso de La Oveja Negra, el miembro disruptor que llega para poner patas arriba toda una dinámica repetitiva de costumbres y hábitos que antes nadie había cuestionado. Mi experiencia personal en cuanto a la familia, no ha sido la más habitual. Nací Gacela en una familia de lobos. Nadie se explicaba qué había pasado conmigo,